sábado, 26 de marzo de 2011

REFLEXIONES SOBRE EL NUEVO ORDEN DEL SAQUEO INTERNACIONAL

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Resulta entonces que tanta ONU, tanto Consejo de Seguridad, tanta OTAN, tanto tratado internacional, tanto Tribunal de la Haya, son coartadas para que los poderosos saqueen a los débiles. Sucede pues que tanta libertad de expresión, tanto Nobel de la Paz, tanta cultura funcionan como pretextos para matar en nombre del humanismo, llamar agresor a quien se defiende y bombardear a las víctimas para salvarlas. Acontece que el capitalismo vive robando a sus propios pueblos con el fraude financiero y a los de la periferia con el pillaje armado. Aparte de repetir una y mil veces más lo que todo el mundo sabe ¿qué hacer?
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Si no puedes vencerlos, úneteles, reza el catecismo del sicario. Un repertorio de ejemplos desaconseja este connubio. Marcos Pérez Jiménez, quien sirvió a las políticas de Estados Unidos, terminó extraditado por éstos a un calabozo en Venezuela. Manuel Noriega, quien aparentemente alguna vez colaboró con la DEA, pasó a ocupar el calabozo de un reo que cambió cadena perpetua por acusarlo. Alberto Fujimori, quien ahogó Perú en un mar de sangre, languidece en la misma celda donde antes hundió a Abimael Guzmán. Los talibanes, creados, equipados, financiados y adiestrados contra los soviéticos por la CIA, son ahora inmolados en la Guerra Santa de ésta. Sadam Hussein, quien llevó a Irak a una guerra contra Irán que sólo convenía a los estadounidenses, concluyó ejecutado por el gobierno títere de éstos. Así paga el diablo a quien le sirve.
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Si no puedes unírteles, obedéceles, dicta el breviario del servil . Otro rosario de experiencias desventuradas marca este sendero. Quitar al pueblo para dar al extranjero indigna al primero y hace desagradecido al fuereño. El rey Idris de Libia vendió su país y fue derrocado por una sublevación nacionalista. El Shah Reza Palevi de Irán lo regaló y fue depuesto por otro alzamiento nacionalista. Las monarquías sauditas debieron ceder su territorio para bases militares extranjeras y regalar su petróleo a precios cercanos a 8 dólares por barril. Carlos Andrés Pérez entregó la soberanía al FMI y tras una rebelión popular a escala nacional fue juzgado y depuesto. Mubarack, peón de los intereses de Estados Unidos, cayó sin que éstos movieran un dedo para salvarlo. Así paga el pueblo a quien sirve al diablo.
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Si no puedes obedecerlos, congráciate, sugiere el relacionista público. Nunca esfuerzos fueron más perdidos que los de simpatizarle a tu verdugo. Estados Unidos sin previa declaratoria de guerra contra Libia le destruyó unidades navales y sistemas de radares y bombardeó Trípoli y Bengazi asesinando cerca de un centenar de personas, entre ellos una hija de Kadafi. En lugar de condenar a los estadounidenses, el Consejo de Seguridad condenó a Kadafi, y éste bajo protesta pagó indemnización por más de dos mil millones de dólares en daños por supuesta participación en la voladura de un avión por libios, a quienes también entregó a tribunales internacionales. Diversas concesiones le permitieron restablecer en 1999 relaciones diplomáticas con Londres, obtener la revocatoria de restricciones comerciales impuestas por la Unión Europea y en 2003 el levantamiento de las sanciones de la ONU. Kadafi además se desarmó entregando cinco misiles de largo alcance y centenares de alcance medio. Desde entonces lo visitaron efusivamente Tony Blair, Schröeder, Jacques Chirac y Berlusconi, a quien financió la campaña electoral, y lo recibieron triunfalmente el presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, Aznar y el rey Juan Carlos de Borbón y el primer ministro Rodríguez Zapatero y Sarkozy, a quien también financió la candidatura: todos los que posteriormente se agavillarían para bombardearlo y confiscarle las cuentas en el exterior. Agradeció estos festejos con costosas compras de armamentos y abriendo el petróleo libio a asociaciones estratégicas con la inglesa BP y la española Repsol y la italiana ENI y las estadounidenses Conoco Phillips, Exxon Mobil y Chevron Texaco. Por si tantos esfuerzos por apaciguar a los saqueadores no fueran suficientes, instruyó a la Autoridad de Inversiones Libia para que invirtiera 70.000 millones de dólares en Europa, y a pesar de tener una insignificante deuda pública de 5.000 millones de dólares, menos del 0,50% de sus reservas internacionales, aceptó un Paquete del FMI en virtud del cual retiró los subsidios a seis bienes de consumo básico y privatizó numerosas empresas públicas, dejando un saldo de desempleados que quizá engrosaron las manifestaciones en su contra que sirven de pretexto para la criminal invasión en curso. La oligarquía con la que intentes colaborar será la que te venderá. El Fondo Monetario al que dejes dirigir tu economía será quien te arruinará. El tratado que aceptes como supraconstitucional te depondrá. El organismo internacional cuya intervención aceptes será el que te intervendrá. El juez extranjero al cual entregues la soberanía de jurisdicción será el que te condenará. El árbitro foráneo al cual cedas la decisión sobre tus contratos de interés público será el que te embargará. La transnacional a la cual exoneres de pagar impuestos financiará con ellos los aviones que te bombardearán. La diferencia étnica o regional que fomentes será la que te dividirá. La empresa mixta a la que entregues el control de tu industria petrolera será la que paralizará tu sistema informático y te saboteará. Quien entrega al enemigo la llave de su marcapasos garantiza el paro cardíaco.
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Si no puedes saquear, hazte la vista gorda. Con astucia conmovedora, Rusia y China omitieron vetar en el Consejo de Seguridad el plan de Estados Unidos de saquear el petróleo del mundo valiéndose del sicariato de la OTAN. La Liga Árabe y la Unión Africana, clubes de próximas víctimas, han sido ambiguas. Según lo revelan palmariamente la “Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos de América”, formulada por George W. Bush en Washington el 17 de noviembre de 2002, y planes como el New American Century, los estadounidenses no están dispuestos a ceder un ápice en su arremetida para confiscar violentamente los recursos del mundo y liquidar a los restantes países negándoselos. Su guerra con Japón comenzó cuando para aniquilarlo como potencia le impuso un bloqueo energético. Ilusorio es pensar que el león respetará las tajadas ofrecidas a quienes no supieron oponérsele. Si se confisca la energía es para primero ahogar a China, la gran competidora de la hegemonía estadounidense. Después de China seguirá Rusia, buena parte de cuyas reservas quedaron en los países separados de la antigua Unión Soviética. En fin, la Unión Europea y Japón tocarán el fondo del vasallaje por gotas de energía fósil. Cuatro guerras han arrancado por la ejecución de ese plan: la de Irak, la de Afganistán, la de Libia, la de Bahrein. Ha comenzado el conflicto planetario para garantizar el monopolio de la energía fósil por menos del cinco por ciento de la población global. El resto de las potencias deberán oponerse o desaparecer. Quienes dejaron hacer, perecerán sin poder hacer nada. Postergar la confrontación sólo la agravará.
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Si no puedes unírteles ni obedecerles ni congraciarte ni hacer la vista gorda, resiste. Cinco por ciento de la población del globo en la peor crisis económica de la Historia no puede condenar a muerte al 95% restante sino contando con la desunión, la desorientación o el autoengaño de ésta. ¿Qué condiciones reúnen los pueblos que hasta ahora resistieron exitosamente las invasiones imperiales? En primer lugar, han afirmado y defendido su especificidad cultural. En segundo lugar, han evitado que diferencias étnicas o culturales internas los dividan o secesionen. En tercer lugar, han asumido a plenitud y sin medias tintas un proyecto alternativo al del capitalismo. En cuarto lugar, han logrado consolidar a las bases populares en torno a dicho proyecto. En quinto lugar, han entrenado y armado a las bases para la defensa del mismo. En sexto lugar, jamás han cedido soberanía ni posiciones para complacer a transnacionales, medios de comunicación ni organismos internacionales. En séptimo lugar, han consolidado alianzas bilaterales, regionales, continentales o mundiales con países o bloques que presentan afinidades ideológicas, económicas o de situación periférica. La amenaza de todos los bloqueos y todos los bombarderos del mundo no pueden contra un pueblo ideologizado, orgulloso de su cultura, compenetrado con su propio proyecto social y político y armado. No han podido contra Vietnam, contra Cuba. Todavía se empeñan en vano contra la resistencia en Irak, Pakistán y Afganistán. Se elige como blanco a la mínima Libia y no al poblado Irán. Son lecciones que quizá aprovechen los próximos en la lista: todos los habitantes del planeta.

http://luisbritto.wordpress.com
Versión en francés, gracias a la inteligente ayuda del amigo Romain Vallée: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
Libros de Luis Britto en Internet:
Rajatabla: www.monteavila.gob.ve
Libros de Luis Britto en Internet:
Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve

domingo, 20 de marzo de 2011

PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS LA MÁSCARA DEL PODER, LA LENGUA DE LA DEMAGOGIA Y EL IMPERIO CONTRACULTURAL

TRIPLE PLAY CULTURAL
Están todos cordialmente invitados el jueves 24 a la presentación en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN) de tres de mis libros: La máscara del poder, y La lengua de la demagogia, a las 10 am en el platillo protocolar del Teresa Carreño, y El Imperio contracultural, del rock a la Postmodernidad; el mismo día a las 7 pm. en la Sala Andrés Bello. Allá nos vemos.

LA MÁSCARA DEL PODER

¿Cómo se conquista y se retiene el poder en Venezuela? Caciques, conquistadores, caudillos, gendarmes necesarios y líderes de masas ostentaron una constelación de rasgos y prácticas que durante mucho tiempo configuró la imagen de los hombres de poder latinoamericanos.
Estos rasgos, articulados a una retórica de la “tradición popular” y a un proyecto de colaboración de clases, constituyeron la clave del mensaje de los populismos que durante más de medio siglo dominaron la historia contemporánea de América Latina y la condujeron a su crisis actual.
Descifrar los signos de ese mensaje es conocer las mecánicas del mando y las vías que llevaron a él; es arrancar la Máscara del Poder, trascenderla revolucionariamente, abrir paso a las transformaciones indispensables y evitar las recaídas.
El presente trabajo obtuvo el Premio a la Investigación en Ciencias Sociales de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela en l988 y el Premio Municipal de Literatura, Mención Ensayo, l990.

LA LENGUA DE LA DEMAGOGIA
Durante medio siglo en Venezuela y América Latina detentan el poder movimientos populistas, que obtuvieron el consenso de los dominados mediante un discurso que predicaba la colaboración de clases en virtud de una supuesta identidad entre dirigencias y pueblo.
¿Cómo es la lengua de la demagogia? ¿Con qué colores, emblemas y efigies atrae los votos de su electorado? ¿Qué nombres, consignas, himnos y jingles elige para engañar a sus clientelas? ¿Cómo simula un supuesto lenguaje popular? ¿Cómo cambia en forma oportunista doctrinas y programas, variando los roles que asigna a los actores en el campo político?
¿Qué valores dice perseguir, y cómo pretende conseguirlos? ¿Cuál es la imagen denigrante y carencial del pueblo que difunde mientras pretende elogiarlo? ¿Qué mitos utiliza para lograr el poder y conservarlo? ¿Y por qué éstos fracasan en definitiva?
El presente trabajo responde tales interrogantes utilizando rigurosos instrumentos de análisis del discurso político, de medición de sus valores y de definición de los roles de sus protagonistas, que constituyen poderosas herramientas para desenmascarar y destruir las trampas de la demagogia.

EL IMPERIO CONTRACULTURAL

Rock, Pop, Punk, Media, Happening, LSD, Psicodelia, Hip Hop, Liberación Sexual, Antisiquiatría, subcultura, contracultura son los proyectiles conceptuales de una batalla incesante que se libra en el campo de la conciencia. Este libro analiza lúcidamente los mecanismos de manipulación de la mediante los cuales las potencias dominantes libran la guerra cultural contra sus marginalidades internas y los pueblos de la periferia. Pues la historia del último medio milenio se centra en el intento de los países más desarrollados de someter al resto del planeta con el pretexto de imponerles una cultura hegemónica que toma como excusa los ideales racionalistas de la Modernidad. La resistencia de los invadidos produjo tanto revoluciones exitosas como oleadas contraculturales que modificaron profundamente a las mismas metrópolis.
En 1968 la rebelión política, la liberación sexual, el pensamiento delirante, el pacifismo y la sublevación de las etnias parecían prometer una utopía global al alcance de la mano. El sistema pervirtió las simbologías contraculturales mediante el fetichismo de la mercancía hasta reducirlas a subculturas de consumo que dieron paso al último avatar de la Modernidad: la Postmodernidad, con su pretensión de reducir todos los discursos humanísticos al lenguaje del valor de cambio del Mercado Omnipotente. Bajo esta bandera, y sirviéndose a la vez de la agresión armada y de la contrarrevolución monetaria, las naciones hegemónicas libran su última ofensiva contra el Tercer Mundo con el fin confeso de detener la Historia, o lo que es lo mismo, la Cultura. La defensa y preservación de esta última es la precondición de una respuesta alternativa exitosa de los países de la periferia.

¿UNIVERSIDADES PARA QUÉ?



“Para la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación”, responden el artículo 109 de la Constitución, y también la lógica. Según la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), hacia 1992 las universidades nacionales dedicaban más de la mitad de sus fondos a gastos burocráticos, sólo el 26,8% a la docencia, apenas 4,6% a la investigación. El número de burócratas y obreros superaba varias veces al de docentes. Para 2008 en las universidades públicas había 27.000 obreros, 47.000 empleados administrativos, 45.000 profesores. Docentes e investigadores siguen siendo minoría. La UCV era la mayor productora de trabajos de investigación científica; hace décadas perdió ese rango. Luis Fuenmayor informa que para 2007 menos del 15% de los docentes de planta están calificados como investigadores por el PPI, sólo un 14% es doctor y sólo un 8% realiza investigación; que apenas 20% de los postgrados son acreditados, las licenciaturas duran 8 años en cursarse y la tasa bruta de graduación es de sólo 12% (Luis Fuenmayor Toro: “El deterioro universitario y la reforma constitucional”; La Razón, 18-11-2007). Pero una verdadera universidad debe dedicar más de la mitad de sus recursos a la creación de conocimiento, generosa porción a la docencia, y a la administración porción insignificante. Nuestras casas de estudio deben reordenar drásticamente prioridades y gastos.
¿UNIVERSIDADES PARA QUIÉN?

En su tesis La exclusión de los pobres en la educación superior, Eduardo Martínez Gil demuestra que en la UCV en 1981 el 65,19% de sus estudiantes eran egresados de liceos oficiales y el 34,75% de colegios privados; mientras que en el 2000, venía de los liceos públicos el 22,45% y de los privados 71,24%. De los niveles de mayores ingresos (A y B) en 1981 entró 25,58% y de los niveles pobres (D y E), 21,77%, pero en 2000 de los niveles A y B ingresaban 53,29%, y de los pobres D y E apenas entró 6,59%. Al tanto que en la USB en 1981 el 42,32% venía de liceos públicos y 57,68% de los privados; de ese total, 51,61% del sector rico o pudiente (AB) y 13% de los pobres (DE). Luego, en 1999, en la USB venían desde los liceos públicos 8,89%, y desde los privados 84,07%. De los ingresados 74,45% eran de condición social alta, sólo 0,93% era del sector D y ninguno del sector E (Eleazar Díaz Rangel, Últimas Noticias, 30-3-2008). En dos décadas, las universidades devinieron embudos para proporcionar educación superior gratuita a los privilegiados y excluir a los necesitados. Las pruebas de admisión atribuían peso decisivo a los generosos promedios de notas que otorgan los colegios privados. La universidad gratuita pasó de instrumento igualador a filtro discriminador. Pero la única condición para el acceso a la educación superior debe ser la capacidad de aprovecharla. Instituciones que todos pagan deben estar abiertas a todos.

¿UNIVERSIDADES PARA CUÁNTOS?

El Informe del Banco Mundial Venezuela en el Año 2000: Educación para el Crecimiento Económico y Equidad Social (For official use only) proponía reforzar esa inequidad mediante matrículas que no costearían ni el 15% del gasto universitario, pero que excluirían a los no privilegiados. La UCV las cobra actualmente a quienes siguen una segunda carrera. También las cobra por cursos o cursillos que pretenden otorgar certificados de carreras no autorizadas por el Consejo Universitario: por ejemplo, la de locutor. La verdadera barrera está en la proliferación de sucesivos postgrados, ninguno gratuito, todos onerosos y prolongados y por tanto vedados a personas de pocos ingresos. Un sistema de homologación trucado admite que cursillos brevísimos en el exterior revistan el mismo valor que varios años de estudios e investigaciones en el país. Frente a esta progresiva acumulación de filtros que sólo dejan pasar al dinero, el proceso bolivariano elevó el gasto educativo al 6,3% del PIB en 2006 y creó nuevos institutos de educación superior gratuita que casi cuadruplicaron la inscripción de 668.109 educandos en 1998 hasta 2.135.146 en 2007 (OPSU). La educación superior debe ser para todo aquel con edad y capacidad para aprovecharla.


PD: TRIPLE PLAY CULTURAL. Los invito el jueves 24 a la presentación en la FILVEN de tres de mis libros: La máscara del poder, y La lengua de la demagogia, a las 10am en el pasillo protocolar del Teresa Carreño, y El Imperio contracultural, del rock a la Postmodernidad; el mismo día a las 7 pm. en la Sala Andrés Bello. Allá nos vemos(FOTO/TEXTO LBG)http://luisbrittogarcia.blogspot.com
Versión en francés, gracias a la inteligente ayuda del amigo Romain Vallée: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
Libros de Luis Britto en Internet:
Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
La paz con Colombia: www.minci.gob.ve