domingo, 11 de noviembre de 2012

LOS FUGITIVOS


ALGUNAS OPINIONES SOBRE LOS FUGITIVOS

Armando Navarro: “Los Fugitivos”, Ateneo: Revista de Literatura y Arte; Ateneo de los Teques, Venezuela, Editora al Tanto, Los Teques, 2002, p.20.

Ahora, también en retrospectiva, uno concientiza que además de ese rostro que se nos muestra en forma directa a la percepción, hay en estos textos la presencia nítida de un narrador en ciernes, cuya primera salida está en la manera misma como sentimos que el cuento va adquiriendo consistencia de tal en la medida que avanzamos en la lectura. En efecto, el cuento “Fugitivos” presenta tensión y técnica narrativa suficientes como para constituir en relato en sentido estricto; de la misma manera, ciertas debilidades observadas en “Dios” o en “La herencia” se eliminan como efectos para el conjunto si comparamos estos espacios narrativos con otros como “El fuego fatuo”, “Los principios” y “Fugitivos” Y allí, en los tres últimos textos referidos, está la proyección del narrador en ciernes, el que luego produjo conjuntos magistrales como Rajatabla y Abrapalabra, por mencionar sólo dos de sus producciones.

Además, los cuentos que integran la totalidad a la cual nos estamos refiriendo no están exentos de los juegos con el lenguaje, incluyendo aquel tipo de ludismo donde se utiliza la palabra para realizar juegos paródicos en los que la palabra misma es sometida a los rigores de la ironía y del sinsentido, tal vez la misma gimnasia lúdica a la cual nos sometía el contraste entre el equilibrio del discurso académico y los fragmentos de realidad evidenciados en los muros extrauniversitarios.

Esa realidad extramuros es la que conforma la unidad de los textos contenidos en Los fugitivos y otros cuentos. Era la realidad que fluía desde el cerro donde la muerte de seres inocentes ocurre entre las polaridades de la culpabilidad ético-religiosa y la contundencia de un contexto que no permite ni siquiera la subsistencia; desde las calles que arropaban al marginal, a quien las recorre topándose con los muros de una férrea burocracia, con lo absurdo de un sistema de control social, con la frustración permanente de seres, indefensos, vencidos, porque los personajes de estos cuentos sólo pueden etiquetarse como aniquilados. Quizás esa realidad que se muestra en estos cuentos es la misma que nos está revelando cómo nuestro país ha estado eximido de cambios sustantivos esenciales: si cuando se escribió el cuento “Dios” un chofer de taxis pagaba treinta bolívares diarios por el avance, hoy abona en bolívares la cantidad de treinta mil.

Amarilis Hidalgo de Jesús: “Re-interpretación de la ficción testimonial en Venezuela: La obra de Luis Britto García” Bloomsburg University of PA

Desde el mismo ángulo temático y linguístico, Luis Britto García presenta en Los fugitivos y Rajatabla una serie de cuadros narrativos que profundizan en las distintas dicotomías de los jóvenes revolucionarios de los años sesenta (Los fugitivos) y setenta (Rajatabla), cuadros que se integran en un mismo ciclo de violencia urbana que traza la historia guerrillera venezolana desde la década del sesenta a la del setenta. Como ha postulado Domingo Miliani, “la materia de las luchas clandestinas o los temas existenciales del hombre moderno enfrentado a su alienación alcanzan con el audaz lenguaje de Britto un tono humorístico extraordinario” (145). La violencia clandestina será también el punto culminante que el escritor utiliza para presentar la nación venezolana como producto de una violencia colonial en el recorrido histórico de quinientos años que hace en su magna obra Abrapalabra.(…)

Tanto en Los fugitivos como en Rajatabla y, en cierta medida, enAbrapalabra, Britto García dramatiza las pugnas ideológicas de un grupo de jóvenes venezolanos en la clandestinidad.

Cada uno de ellos es portavoz de un discurso narrativo que se adhiere a un discurso ideológico distinto descentralizando la voz del discurso ideológico central de la guerrilla de los años sesenta y setenta en Venezuela; y en el caso específico de Abrapalabra, un trayecto revolucionario de quinientos años. A través de este discurso, afloran otras voces narrativas que conforman la plurivocidad ideológica de los textos. De ahí surgen una serie de anécdotas revolucionarias que dan rienda suelta a la imaginación narrativa de cada personaje. Cada uno de estos personajes crece emocionalmente a medida en que se desarrolla su historia en el texto. Asimismo, cada historia se relaciona a un evento específico importante en la historia de la guerrilla venezolana.

La estructura narrativa de estos tres textos está delineada alrededor de diálogos que dan  entrada a las distintas historias que se desarrollarán en la trama principal del texto. Cada uno de los diálogos responde a su vez a un discurso ideológico específico cuya desmitificación se consigue con la exposición de los discursos divergentes que componen los cuentos o relatos. En cada uno de estos discursos se enfatizan los medios represivos que el poder emplea con los prisioneros políticos, sobre todo en su encarcelación. Cada relato guerrillero se irá subdividiendo a su vez en la historia particular de cada uno de los miembros de la guerrilla con lo que se hace balance de todos los acontecimientos guerrilleros. Todas las voces hasta aquí mencionadas conforman en su conjunto una historia de represión dictatorial en Venezuela, que si bien históricamente se da bajo el periodo gubernamental de Bentacourt, también se puede relacionar con la represión política que vivieron otras generaciones venezolanas bajo gobiernos militares anteriores a su periodo.

Mediante estos discursos polifónicos, Britto García delinea la crisis social que azota al país durante estos años cuya fase final se manifiesta en la suplantación del discurso militar de algunos guerrilleros por el discurso guerrillero del otro grupo de jóvenes insurrectos.

Los fugitivos, Rajatabla y Abrapalabra, como ya se ha dicho, son textos polifónicos que integran una serie de anécdotas que se van multiplicando y desdoblando en la temática que unifica los cuentos o relatos. Esta concatenación de temas permite la entrada de acontecimientos socio-políticos que llevan al desplazamiento de las distintas voces diseminadas por el ámbito de los textos. Por otra parte, en casi todos los cuentos o los relatos el material narrativo está organizado por un narrador exterior que focaliza la gran mayoría de las escenas narrativas. Muy importante también son las focalizaciones múltiples que se dan en las historias de los otros narradores, por lo que el lector tiene que ser co-autor de la distribución y conexión del material narrativo que se esté narrando en algún punto específico de las fabulaciones.

Dentro de la anécdota del narrador exterior aparecen varias narraciones que en su mayoría forman parte de la historia de cada narrador interior. En el ámbito de esos relatos se dan focalizaciones internas en que la única perspectiva del hablante que sobresale es la del actante (Genette 193). A partir de esta ordenación, se delinean en el texto los cuentos de prisioneros, militares, guerrilleros y civiles, entre otras narraciones diseminadas en la trama. En este proceso de comunicación linguística y temática que establece Britto García en sus cuentos o relatos, se da lo que Umberto Ecco ha denominado como el proceso narrativo de ”el autor/narrador (sender), el mensaje y el receptor” (10) que se adhiere a la estructura ideológica formal que el autor emplea en su texto, lo que lleva al lector a descifrar o ignorar la ideología propuesta por el autor en su narrativa. En el caso de las historias en Los fugitivos, Rajatabla y Abrapalabra, los relatos sobre la guerrilla, en su gran mayoría, proponen una visión ideológica marxista que se expande en los monólogos y discursos narrativos de los personajes de los que el lector recibe las distintas ideologías de clase que conforman la ideología de violencia urbana imperante en los grupos. Esto lleva a que el lector se replantee constantemente sus lecturas, ya que constantemente cada una lo enfrenta a distintos discursos intertextuales que emergen constantemente en la narrativa.

Ninguna obra se lee independientemente de otra ni de otra experiencia textual de lectura con otros textos. Frecuentemente el texto establece su propia temática reiterando una serie de códigos o simbolismos que pertenecen al mismo campo semántico por lo que pueden ser estratégicamente colocados por el autor en uno o varios textos (Ecco 26). Tal es el caso de la obra testimonio de Britto García, en especial Abrapalabra, novela o libro de relatos que mantiene un diálogo textual y temático con Los fugitivos y Rajatabla. A diferencia de estas dos últimas colecciones de cuentos, en Abrapalabra el proceso de lectura se amplifica en la variedad de historias y temas.

Esto lleva constantemente al receptor a decodificar símbolos, códigos, temas e historias que ya habían sido trabajadas por el autor anteriormente en su obra. Walter Benjamin ve este hecho como “la falta en un texto de la presencia del tiempo y el espacio, su existencia única en el lugar que se supone que se lleve a cabo; ya que la existencia del trabajo de arte esta sujeto al tiempo y su existencia” (220). Luis Britto García magistralmente logra unificar el concepto del tiempo y el espacio histórico al cual se refería Benjamin en Los fugitivos y Rajatabla, culminando su proceso unificador en Abrapalabra.

En conclusión, Luis Britto García en Los fugitivos, Rajatabla yAbrapalabra se valió de un discurso testimonial para crear un diálogo textual entre la ficción y la historia. En estas tres obras cada discurso literario es co-partícipe de un proceso ideológico que reestructura el discurso revolucionario de la izquierda venezolana. Dentro de cada historia asoman discursos no-oficiales de clases sociales oprimidas contrapuestos a los de la pequeña burguesía. El propósito de esta estructuración narrativa tipo caja china es la de deconstruir a través de la ficción testimonio la historia de la guerrilla venezolana de la década del sesenta al setenta; y en el caso de Abrapalabra, el autor extiende la deconstrucción ideológica del discurso revolucionario hasta la orígenes de la nación venezolana. En estas obras Britto García ataca el discurso ideológico guerrillero

a través de los distintos discursos ideológicos que surgen dentro de la misma; y con ello, antepone varios discursos narrativos a la vez que desestabiliza las posturas ideológicas del discurso guerrillero revolucionario venezolano desde sus comienzos hasta la segunda mitad del siglo XX.

OBRAS CITADAS

Benjamin, Walter. Illuminations: Essays and Reflections. Edit. By Harry Zohn. NewYork: Schoken Books, 1968.

Britto García, Luis. Abrapalabra. Caracas: Monte Avila Editores, 1980.

-------- Los fugitivos. Caracas: Pensamiento Vivo, 1964.

-------- Rajatabla. Caracas: Monte Avila Editores, 1970.

Ecco, Umberto. The Role of the Reader. Bloomington: Indiana University Press, 1979.

Genette, Gérard. Narrative Fiction. New York: Cornell University Press, 1980.

Hidalgo de Jesús, Amarilis. La novela moderna en Venezuela. New York: Peter Lang, 1995.

Miliani, Domingo. Tríptico venezolano. Caracas: Fundación de Promoción cultural, 1985.

Pupo Walker, Enrique. El cuento hispanoamericano ante la crítica. Madrid: Castalia, 1973

Rodríguez, Oscar. “Joven literatura venezolana 1970-80”. Zona Franca 30-31 (julio-octubrede 1982): 22-26.

Sosnowsky, Saúl. “Lectura sobre la marcha de una obra en marcha”. Revista Latinoamericana de Crítica Literaria. 7.14 (1981): 119-140.



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